El Amor no abriga resentimientos
Todo sufrimiento, dolor, o sensación de soledad procede de una misma creencia base:
Estar separados de la Fuente.
Al haber creado esa ilusión, nos hemos aislado de Ella perceptualmente.
La percepción ha substituido al conocimiento de Ser Uno con Ella.
Mientras estás en tu cuerpo, te percibes como una entidad aislada que actúa por cuenta propia.
En la Fuente no hay pérdida, dolor ni sufrimiento.
Tu Ser reside aún en ella, pues es inseparable, pero te has impedido reconocerlo.
Has creado un velo y tu mente se ha dividido.
Ese velo tiene un pilar base en el resentimiento.
Pues la Fuente, que es amor puro, no entiende ningún tipo de creencia de separación.
Y el resentimiento ataca al amor, pues concibe algo como separado de ti.
Así, al creer que odias algo, estás atacandote a ti mismo, y tu mente sigue dividida.
El Amor no abriga resentimientos.
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