La bienvenida a la vida

De Un Curso de Milagros:
Contempla este día, pues es la vida, la mismísima vida de la vida; en su breve transcurrir residen todas las realidades y las verdades de la existencia, la dicha del crecimiento, el esplendor de la acción, la gloria del poder.
Pues ayer es sólo un sueño, y mañana sólo una visión.
Pero hoy, bien vivido, hace de cada ayer un sueño de felicidad y de cada mañana una visión de esperanza.
Contempla, por lo tanto, con beneplácito a este día.
Cada día, y cada minuto de cada día y en cada instante de cada minuto, no haces sino revivir ese instante en el que la hora del terror ocupó el lugar del amor.
Y así mueres cada día para vivir otra vez, hasta que cruces la brecha entre el pasado y el presente, la cual en realidad no existe.
Esto es toda vida, un aparente intervalo entre nacimiento y muerte y de nuevo a la vida, la repetición de un instante que hace mucho que desapareció y que no puede revivirse.
Y el tiempo no es más que la creencia demente de que lo que ya pasó todavía está aquí y ahora.
Perdona el pasado y olvídate de él, pues ya pasó; ya no estás en el espacio entre los dos mundos.
Mira a tu hermano dulcemente... y contempla el mundo en el que la percepción de tu odio se transformó en un mundo de amor.
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